Lo siento, el tiempo no cura nada

¿De verdad crees que el tiempo lo cura todo?

Sé que es un dicho. Pero no tiene sentido que lo sigamos utilizando.

Quiero echar a bajo este mito y contarte lo único que sí que te cura.

¿Me acompañas?

 

¿De verdad? ¿El tiempo lo cura todo? ¡Cuéntame cómo!



A veces, cuando la gente sufre, les decimos o nos dicen:

Vah, no le des importancia, ¡Ya se te pasará!
No pienses en eso.
Olvídalo.
O el famoso, El tiempo lo cura todo.

Vale, pues dime cómo, ¿No?

Porque por lo que entiendo de psicología humana nuestra mente no olvida ni un solo detalle registrado. Y cuanto más quieres dejar de pensar en algo, ¡más lo haces!

Así que entiendo que tus amigos puedan decirte con su buena intención algo de esto para animarte. Pero no puedo hacerlo yo.

El tiempo en realidad no existe. Es un invento humano.

¿Quieres saber lo único que existe?

El cambio constante. Así que lo único que puede salvarte de tu situación es que la transformes. Y por su puesto, que te transformes tú con ella.


Lo único que puede salvarte de tu situación es que la transformes.


Con perdón de la expresión:

¿No conoces a ningún viejo o vieja con un humor de perros? Sí a un cascarrabias.

Este es el mayor ejemplo de que no porque pase el tiempo nosotros cambiamos con él.

Recuerda, el tiempo no existe, solo existe tu transformación.

Hay un peligro: No conocerte


No hago este artículo para crear debate.

Entre tú y yo. Los debates me aburren.

Los considero simplemente como una transición para llegar a tomar una buena medida de intervención.

No como un pasa-tiempos.

Para eso ya está la TV.

En fin, el objetivo de este artículo es avisarte de que corres un peligro.


Si piensas que el tiempo lo curará todo, tal vez, nunca te conozcas ni entiendas una lección importante.  


De cierta manera, es una forma de evitar algo incómodo, y sobretodo, muy doloroso.

Como probablemente no puedas hacer nada para remediar la situación, suplicas para poder olvidara. Pero de esta manera, tan solo estás construyendo los barrotes de tu cárcel mental.

Vamos a investigar qué otras opciones hay para poder liberarte.

¿Cómo puedo curarme efectivamente?


 Como te he comentado, la única vía de liberación, no es que pase el tiempo, es que te transformes.

Esto quiere decir, con unas palabras muy bonitas, que a nivel práctico quién tiene que cambiar eres tú.

No quiere decir que estés haciendo algo mal.

Quiere decir que debes...

  • Empezar por...
  • Cambiar tu punto de vista
  • Aprender a aceptar las circunstancias actuales.
  • Valorar lo que sí va bien.
  • Dejar de hacer algo.
  • Empezar a hacer otra cosa.
  • Ser más comprensivo o comprensiva con las personas implicadas.
  • También serlo contigo, y permitirte sentir.
  • Si hace falta, pide ayuda.
  • Todos estos puntos anteriores, son los transformadores auténticos, que te llevarán del Punto A - Doloroso, al Punto B -  Agradable.

    No quiere decir que tengas que aplicar todos los puntos, solo los que tú necesitas en esta situación actual en la que estás.

    Como para especificar lo que haría falta en tu caso, debería realizar una sesión contigo, voy a darte las recomendaciones paso a paso para saber cómo transformarte en tu situación.

    Empezamos.


    ATENCIÓN:

    Antes de empezar, comentarte que a continuación conocerás soluciones verdaderas, pero no siempre fáciles ni rápidas.

    Sin embargo, son soluciones auténticas. Las soluciones que van bien a largo plazo.

     

    Cambia tu punto de vista


     Es importante comprender que nuestras ideas, al final, son solo eso, ideas.

    Son volátiles. Cambiantes.

    Un día nos despertamos y pensamos una cosa.

    De repente nos cuentan algo y cambiamos completamente de opinión.

    ¿Te ha pasado?

    Por este motivo es importante no apegarse a las ideas. Tampoco a los sentimientos. Sí a tus valores, aquellas cosas que realmente son importantes para ti.

    No a lo que habías imaginado que vivirías. 

    Que harían los demás.

    O que no harían.

    No puedes controlar a los demás, y nunca acabamos de conocer a alguien. Incluyéndonos a nosotros mismos, así que procura no juzgar.


    No juzgues. Nunca acabamos de conocer a alguien, incluyéndonos a nosotros mismos.


    Aprende a aceptar las circunstancias actuales


    Si cambias tu punto de vista, probablemente va a ser mucho más sencillo aceptar la situación actual.

    Pregúntate:

    ¿Qué te cuesta aceptar de esta situación?

    ¿Qué es lo que no quieres soltar?

    ¿Por qué?

    ¿A caso te pertenece, o debes dejarlo ir?

    Date tu tiempo para responder.

    Las buenas preguntas te abren puertas inesperables.

    Y una de las más buenas que puedes hacerte es la siguiente:

    ¿Qué puedes aprender de esta situación?

    Créeme, no hay nada en esta vida para jorobar, todo tiene un propósito, un aprendizaje en la vida.

     

    Valora lo que sí va bien


    Seguramente estás en un momento difícil. No lo cuestiono.

    Pero sí te pregunto, ¿Qué va bien en tu vida en estos momentos?

    ¿Qué puedes valorar?

    Como mínimo, que estás respirando, que estas vivo.

    Anota unas 25 cosas más en un papel  :-D

     

    Deja de hacer algo


     ¿Hay algo que estés haciendo que te multiplique o alargue el sufrimiento?

    Porque oye, se trata que dejes de ser tú, tu peor enemigo.

    ¡No te lo pongas más difícil!

    Así que anota todo aquello: Acciones, lugares, personas, comentarios... O lo que sea, que sabes... porque tu voz interior te lo dice, que no te hace ningún bien.

    ¡Échale valor!


    Empieza a hacer otra cosa


     Aquí se trata de identificar justo lo contrario que acabas de revisar en la pregunta anterior.

    ¿Qué cosas te ayudarían ahora mismo a mejorar tus circunstancias actuales?

    Piensa en acciones a medio-largo plazo. Ya que a veces, cuando está en un mal momento se piensa en liberadores espontáneos que no son más que parches.

    Te pongo un ejemplo:

    Tengo ansiedad, voy a fumar.

    Tal vez, otra opción más beneficiosa será:

    Tengo ansiedad, voy a aprender algún ejercicio de relajación.

    Por mucho que sea más incómodo, tengas que invertir más tiempo e incluso dinero. Pero estamos hablando de que quieres sentirte mejor, ¿no?

     

    Se más comprensivo o comprensiva con las personas implicadas


     A menudo, una de las cosas que más duele es no comprender por qué se han hecho las cosas de cierta manera.

    Sobretodo, comprender a las personas que de cierto modo te han hecho daño, puede resultar muy, muy difícil.

    Sin embargo, hay una regla.

    Cuanto más te cuesta entender a alguien, más hace falta que le entiendas.

    Y aunque te parezca loco que pueda ser beneficioso para ti comprender por qué tal persona te ha hecho la vida imposible, sorprendentemente te aliviará.

    Esto pasa porque entonces comprendes, que por muy mala intención que haya, todo dolor se realiza desde el sufrimiento, así que caerás en la cuenta de que la otra persona aún es más víctima que tú.

     

    También contigo. Y permitirte sentir...


     Obviamente que no se trata de entender solo a los demás, y que tú te aguantes.

    Se trata de poder interpretar las cosas con una perspectiva global e integradora.

    Comprendiendo todas y cada una de las partes.

    Separando, lo que es tú responsabilidad y depende de ti. Y lo que no lo es.

    En este punto es importante que no te juzgues a ti.

    Y que en caso que aparezca la culpa, la trabajes inmediatamente para que en vez de condenarte, comprendas qué mejorar en esos casos.

    Sea como sea, van a aflorar sentimientos. Es importante que te permitas sentir, y expresar de la manera que te sientas más cómodo o cómoda.

    Dar paso a tus emociones te facilitará la recuperación, que vuelvas antes a tu equilibrio y plenitud.

     

    Si hace falta, pide ayuda


    Estamos revisando muchos puntos que no son sencillos de aplicar.

    Así que si sientes en algún momento que no sabes por donde tirar.

    Si lo estás haciendo bien o no.

    O sientes que te estancas y no avanzas. Pide ayuda.

    Todos la necesitamos en distintos momentos de nuestras vidas. Sencillamente recuerda que tú también eres humano.

    Así que invierte en ti, y haz lo que haga falta para estar bien.


    ¿Crees que puedes estar pasando por altos niveles de estrés o ansiedad?


    Si llevas un tiempo en el que no terminas de sentirte bien. Tal vez tienes preocupaciones recurrentes, cierta opresión en el pecho. Incluso sin querer evitas o te vas encerrando poco a poco... Pueden ser síntomas de altos niveles de estrés y ansiedad.

    Es por este motivo que he preparado el test de ansiedad, totalmente GRATUITO, para que puedas saber en qué punto estás. Pues después de reconocer que terminas de sentirte bien contigo o con tu vida, el segundo paso es este, medir el malestar para poder actuar y ponerle solución.

    ¿Preparado para empezar este viaje hacía tu equilibrio y serenidad personal y profesional?

    Entonces ya puedes empezar con el test.

    test ansiedad profesional

    Test ansiedad GRATIS.

    Empieza ahora a reencontrarte con tu equilibrio y serenidad.

    Yaiza Leal